Cuando pensamos en Historia, nos vienen a la cabeza civilizaciones antiguas, imperios, guerras, tratados, presidentes, etc, etc, etc….

Pero no podemos entender la historia si no empezamos por nuestra propia historia personal, en el seno mismo de nuestras familias: cómo somos, dónde nacimos, quiénes conforman nuestra familia, cuáles son nuestras costumbres, religión, país; cómo fue cambiando nuestro entorno con el pasar de los años.

Y nuestra historia personal comienza con nuestra IDENTIDAD.

Quisiera compartir algunas ideas, inspirándome en un librito muy padre de Editorial Planeta:

¿QUIEN ERES?

la IDENTIDAD es la conciencia que el niño tiene de sí mismo, tanto a nivel físico como psicológico. Cada persona tiene sus rasgos propios que la diferencian de los demás, dándole una identidad que la distingue del grupo y la identifica. La hacen única.

 

OBJETIVOS

1- Tu hijo debe reconocerse para conocerse, aceptarse y valorarse, así podrá sentirse a gusto consigo mismo, sentimiento que influye directamente en la autoestima.

2- Tu hijo debe saber que los rasgos que hacen diferentes a las personas pueden ser físicos, que bienen dado por la herencia genética, psicológicos, que serán el carácter, los sentimientos, las actitudes, las aptitudes, etc, y socioculturales, relacionados con el entorno: familia, amigos, modo de vida, etc. Analicen juntos estos aspectos. Tu hijo los comprenderá y apreciará.

3- Ayúdale a averiguar quién es y por qué. Es importante que tu hijo se vea como parte de un grupo, un miembro con unos rasgos que lo identifican y distinguen de los demás. Tu hijo debe reconocerse, tomar conciencia de su yo, cómo es su entorno, qué hace, qué siente, cómo manifiesta sus emociones. Así descubrirá qué elementos crean su identidad, se sentirá orgulloso de ellos y aprenderá a reconocer, diferenciar y respetar a los demás.

4- Tu hijo necesita estar contento consigo mismo, de cómo es, de aquello que lo distingue y lo hace único. De este modo su autoestima aumentará y se reforzará, afrontando el reto del aprendizaje con una actitud positiva, productiva y eficaz.

¿QUE HACER?

1- Habla con tu hijo sobre cómo es él físicamente. Describan su cara y su cuerpo. Hagan comparaciones entre él y otros miembros de la familia. Con ello tomará conciencia de su identidad física y de lo que le une a la familia. Y también tomará conciencia de que sus rasgos son comunes a su ubicación geográfica.

2- Hablen sobre el carácter, las actitudes, las aptitudes y los sentimientos. Hagan una lista con los rasgos del caracter de tu hijo, de su comportamiento y de sus capacidades, incluyan datos positivos y negativos. Tu hijo debe percibir que todo ello forma su identidad. Puedes hacer lo mismo contigo. Pregúntale sobre sus sentimientos ¿cómo se siente ante diferentes situaciones? Insístele en la necesidad de expresar y exteriorizar sus sentimientos.

3- Analicen cómo es su habitación, sus amigos, su ciudad… compara su mundo con el de niños de otras culturas. Tu hijo verá que esto también son rasgos que intervienen en su identidad. Por ejemplo, si hubiera nacido en otro país, su idioma sería otro.

4- Invita a tu hijo a que se compare con sus amigos o hermanos. Las comparaciones pueden ser sobre el físico, el carácter, el comportamiento, las aptitudes… por ejemplo: uno de sus amigos se suele enfadar con mucha facilidad, otro amigo juega al fútbol muy bien, etc. Tu hijo se dará cuenta de que es diferente a sus amigos y que sus amigos también son diferentes entre sí. Todos tienen su propia identidad.

Así que este 16 de septiembre, además de colgar la bandera en la puerta de tu casa e intentar explicar a tu hijo qué es lo que celebramos, te invito a que te plantees abordar el aprendizaje de la historia desde esta punta del ovillo: la IDENTIDAD.