A veces siento nostalgia de mi niñez, donde provista con una «lapicera fuente» (de esas a las que le cargabas un cartucho de tinta azul o negra, y que cuando escribías te manchabas los dedos, y las manchas te duraban toda la primaria) trazaba una cursiva llena de curvas y personalidad… y obviando el significado de las palabras y oraciones que se iban construyendo, el trazo hablaba por sí solo…

Junto a este pensamiento, sentí pena de que mis hijas no hubieran vivido esas cosas (cosa de viejos, jeje). Me consolé pensando que les tocó transitar otra era, y como cualquier generación, dejan atrás muchas cosas pero incorporan otras igual de alucinantes….

Aún así… no todo está perdido!

El otro día, hurgando en las librerías del Sótano, me encontré de casualidad con un libro (lamentablemente no recuerdo nombre ni autor) de «firmas»… pero lo inédito es que las firmas estaban hechas con letras de imprenta, de diferentes tamaños y orientación…. verdaderas obras de arte.

Investigando más sobre el tema, me he encontrado con un libro llamado «Arte en la tipografía y tipografía en el arte». No lo tuve en mis manos, pero sí encontré esta breve reseña que me ha gustado mucho, y me dieron muchas ganas de leerlo:

«Según el concepto platónico de belleza, ésta se manifiesta en los objetos que son simplemente útiles. Siendo así, la radical utilidad de la tipografía exalta la suya en una epifanía tan espléndida en su variedad como recatada en su ostentación. En efecto, pese a tenerla siempre a la vista, la tipografía resulta casi invisible. Arte en la tipografía y tipografía en el arte propone contemplar esa belleza útil desde un ángulo apasionado, ofreciendo algunas de las más geniales creaciones, modelos o prototipos. Si el tipo de imprenta resume tantas propiedades plásticas es porque, como apreció el arquitecto Peter Behrens, «es uno de los más elocuentes medios de expresión de cada época o estilo». Además, numerosos artistas plásticos del siglo XX han reparado también en la belleza de la tipografía, añadiendo letras de imprenta a sus composiciones y destacando con sus obras de arte el arte que permanece oculto en la tipografía ante la distraída mirada del mundo.»

Es increíble cómo el arte toma los elementos que le rodean y toma vida… antes sería la tinta china o la pluma fuente, todo hecho a puño y letra…. ahora son las estilizadas tipografías de una compu y el talento del artista para convertirlas en una verdadera obra de arte…. o simplemente en algo bello.
Casual o causalmente llegaron a casa varias plantillas con letras de imprenta, acompañadas de un libro con ideas de cómo pintar y qué elementos agregar a cada tipografía para que sea «temática».
Así que ahí andan, experimentando con las plantillas y el libro, haciendo carteles y regalando notas y tarjetas a todo el mundo!

Es un buen comienzo para que las nenas comiencen a encontrar belleza en el

trazo de una letra. En el futuro me gustaría que hagamos algo de composición utilizando diferentes tipografías… tal vez empezar haciéndolas a mano, y luego pasarnos a la Mac… pero esa tarea se la dejo a papá =)