Hola. Me llamo Mireya.
Cuando pienso qué hay que decir para presentarme, lo primero que se me ocurre es compartir las pasiones que tengo. Me encanta escuchar música; disfruto mucho bailar; soy muy positiva; siempre siento-creo que todo es posible (hasta lo imposible); me fascina hacer teatro, usar el cuerpo para comunicar lo que las palabras no pueden; pertenezco a muchos proyectos, y quisiera tener más tiempo para hacer más cosas; creo firmemente que somos creadores del mundo, es decir, que podemos imaginar el mundo que deseamos y construirlo; no estoy conforme con la manera en la que la humanidad ha decidido relacionarse con los otros animales, ni con la naturaleza, creo que podemos relacionarnos de diferente manera, con más humildad; siento que la tierra es nuestra única casa y nos toca cuidarla.
Vivo en un pueblo de Texcoco con mi compañero Alejandro y mi hijo Luciano (con quien hacemos educación sin escuela desde 2016). Hemos construido con un@s amig@s una pequeña comunidad ecológica: no estamos conectados al drenaje, tenemos baños secos, esto significa que no generamos aguas negras; las aguas grises que generamos las tratamos con un filtro de agua que trabaja con piedras y plantas acuáticas, el agua que limpiamos la re- usamos para regar nuestro jardín; las aguas contaminadas con materia orgánica que generamos, las tratamos con un biodigestor y recolectamos agua de lluvia, una parte la usamos para riego y la otra la potabilizamos. Tenemos proyectado tener azoteas verdes; sembrar un huerto y tener gallinas ponedoras.
Estudié la licenciatura en Psicología Social, la maestría/doctorado en Ciencias Antropológicas y un diplomado en Socionomía. Me gusta mucho trabajar con grupos, principalmente con grupos que están interesados en construir un mundo (interno y externo) más saludable.