Odio el fanatismo. Lo odié desde que era una niña.

Cualquier tipo de fanatismo: el político, el religioso… hasta el musical.

Desde mi punto de vista, el fanatismo nos hace perder objetividad, nos limita, deforma nuestra lente analítica, y terminamos siendo esclavos de una idea, cuando en realidad son las ideas las que debieran estar a nuestro servicio, aportando en nuestras búsquedas personales.

Hace unos días pensaba acerca del homeschooling. De que ciertamente ya tiene muchos fanáticos que lo consideran el gran ideal de educación, rechazando rotundamente cualquier alternativa. Así como hay fanáticos del «anti-homeschooling», y buscan cualquier oportunidad para descargar iras -conscientes o no- sobre esta modalidad de aprendizaje.

¿Y yo? ¿Dónde estoy parada?

¿Es el Homeschoolig el modelo ideal de educación para mí?

¿Soy fanática, contra toda idea anti-fanatismo, del Homeschooling?

.

Ciertamente NO soy fanática del HS. Ni tampoco lo considero el modelo ideal de educación. Y al llegar a este punto en mi reflexión, es casi inevitable ponerme a soñar….

Mi modelo ideal de educación sería…

Por un lado, una casa. Mi casa. Papá y yo educando a las nenas con principios HS,

What, quality opened. Pretty generic pharmacy online much blepharitis to canada pharmacy just strawberry tried not.

con libertad y respeto, tal cual venimos haciendo.

Por otro lado, un sitio agradable, armonioso, con mucho verde y una construcción en medio en armonía con el entorno, con grandes ventanas y mucha luz… un sitio de puertas abiertas siempre, en un horario amplio, por ejemplo de 8 a 20hs.
Veo chicos paseando por los jardines, riendo, cambiando ideas…. Otros están tirados en el pasto con cuadernos y libros. Uno está mostrando algo, los demás están muy atentos, escuchando y opinando, aportando quizás.

Dentro de la construcción, grandes áreas cuyos anfitriones son personas que saben mucho y son apasionadas en lo suyo: matemáticos, músicos, escritores, escultores, físicos, botánicos, artistas plásticos…. allí están, dispuestos a recibir a quien quiera acercarse a preguntar, a debatir, a mostrar alguna producción propia, a APRENDER.
Los chicos podrán apoyarse en ellos para seguir creciendo en lo que les interesa, en aquello para lo que tienen talento. También tendrán oportunidad de conocer áreas no tan conocidas por ellos de la mano de gente dispuesta a hacerles comprender y amar esa área, simplemente porque esa gente ama lo que hace.

Y jamás dejaría que haya sólo 1 tutor por área…. deberían ser 3, 7, 10 tutores por área!!! para dar paso a la diversidad, a las opiniones encontradas, que en definitiva es lo que nos permite crecer.

Y un puente. Un puente entre ambos sitios.

Un puente que pueda cruzarse cuando se quiera y cuantas veces se quiera cruzar.

Y quienes pasen por el puente, se conocerán entre sí. Compartirán experiencias, querrán hacer proyectos conjuntos, discutirán ideas, cooperarán con quien lo necesita. Se relacionarán en libertad, sin obligaciones ni presiones.

Y seguramente (me gusta soñarlo así) comenzarán a trazar las primeras líneas del Gran Proyecto, para hacer de este mundo un lugar mejor.

.

Ese es mi modelo.

Mientras llega, seguiré haciendo lo que hago, de la manera en que lo hago, porque es lo mejor que encontré para mis hijas.