A medida que avanzamos en este camino de la Educación/Enseñanza en Familia, me voy dando cuenta de que cuanto más se acerquen los recursos educativos a situaciones de la vida real, tanto más se aprenden los conceptos, y lo que es más importante, se aplican al día a día, a la vida misma.

Uno de nuestros juegos: «la señora de la tienda»

Consiste en juntar cositas por aquí y por allá (en nuestro caso unos productos de almacén que venían en un juego, útiles escolares, y lo que se nos ocurra) y armar en la mesita que usamos de mostrador una «mini-tiendita». Hay 2 personajes: la señora de la tienda (vendedora, generalmente dejo que Gaia sea la vendedora) y la señora que compra, que siempre va con su hijita (Zyani, jeje!).

Como dinero yo utilizo billetes y monedas recortables imitando al dinero real que venía en uno de los libros de matemáticas de la SEP que me regaló una maestra. Lo repartimos entre las dos.

Gaia organiza su «changarro» como le de la gana, pone precios y esta última vez que jugamos me sorprendió con varios carteles (jaja! esto último lo inventó ella… y me dio risa porque en el programa de español uno de los items decía «elaborar carteles» y yo no sabía cómo cuernos iba a darle esa actividad… y ella solita encontró dónde!) y cuando tiene todo listo abre su negocio =)

Yo voy a comprar, ella tiene que sumar lo que compré, y saber darme el vuelto. Fue importante dejarla descubrir cuándo aplicaban sumas y cuándo restas, y bueno, con el tiempo observo que ya muchos cálculos son mentales.

Se los recomiendo!

en la pared afuera del cuarto donde montamos la tienda me encontré con esto =D
cartel sobre el mostrador indicando lo que podíamos encontrar en la tienda… acaso los pibes de ahora vienen con un master en marketing en su ADN???!!!
Más carteles en las paredes…. =)
ojo al piojo que hay material de escuelas!!!!! =D =D =D
si agrandan la foto, verán que los pinches de colores salen 1 DOLAR jajaja!! (es que hace poco aprendió la conversión y le encanta usar dólares en vez de pesos)
me dio ternura verla hacer sus cuentas en casitas, tal como aprendió unidades y decenas…. y me imaginé al gordo de la tienda de acá enfrente cobrándome con las casitas 😉