En estas semanitas de «vacaciones estudiantiles» tuve tiempo para evaluarme, evaluarnos como grupo-familia, y ver qué ajustes necesitamos hacer para que todo sea aún mejor.

Quiero compartir con ustedes aquello en lo que siento que tengo que cambiar-mejorar… por supuesto es una visión puramente personal de nuestra vida y por eso mis-nuestras decisiones son en base a lo que mejor nos queda. Pero bueno, así como me pasa leyendo a otras mamás, tal vez mis reflexiones ayuden a plantear nuevas reflexiones en otras mamás. Aquí va:

– Necesito urgentemente hacerme tiempos para mí. No sólo para sentirme mejor como persona (sí!! soy persona además de mamá!) sino también para enseñarle a las nenas que los demás también tienen necesidades y derecho a sus tiempos, y hay que aprender a respetar eso. Muchas veces ellas demandan y demandan y demandan, y siento que parte de la enseñanza es también que yo les diga de vez en cuando «ahora no mi amor, mamá está terminando de leer este capítulo» o «por favor, jueguen en otro lado porque estoy tratando de grabar una pista y no escucho nada». A veces nos da la sensación de que somos malas madres por reclamar tiempo para nosotras…. pero pensándolo bien, hacerlo resulta beneficioso para ellas también… yo no quisiera que mis hijas se criaran pensando que todos deben acceder a sus peticiones en cualquier momento y lugar… o lo que es peor, que crecieran creyendo que ser mamá es un total renunciamiento a la persona que somos….

– Necesito, de a poco, ir creando independencia en sus rutinas y cosas, sobre todo con Gaia. Me he dado cuenta de que muchas de las cosas que yo creía asimiladas (algo tan simple como lavarse los dientes después de comer) no se hacen si no estoy diciéndolo 3 o 4 veces. Siento que la cosa no va por ahí. Que es necesario que aprenda a hacerlo sin necesidad de la odiosa repetición-petición-ruego. Creo que una solución sería buscar consecuencias naturales (como les dice la psicóloga Teresa García, pero que aún no logro encontrarlas) que se desprendan de la falta de cumplir con una obligación que hace años está charlada e implementada. No son muchas las obligaciones que tienen las nenas (Gaia hace su cama, las dos se lavan los dientes y recogen su plato luego de las comidas, las dos juntan los juguetes que usan, y punto) pero es desgastante andar repitiendo detrás de ellas como si cada día fuera la primera vez.

– Siento que, como persona intelectual que soy, estoy descuidando el aspecto físico-motriz de las nenas. Generalmente nos inclinamos por hacer actividades mentales, y es poca la actividad física que tienen. Tampoco hacen algún deporte, lo que me hace tener que ponerme las pilas y hacer algo al respecto. Todavía no lo decido, si inscribirlas en natación, o varias veces por semana irnos a algún lugar verde y amplio a correr, patinar, bici o monopatín…. es cuestión de hablarlo con ellas y probar altenativas… como todo lo anterior, no está solucionado, pero es un avance reconocer el problema! ahora a buscar soluciones.. lo más difícil es que tanto yo como mi compi somos «cero actividad física»!!!!!! y bueh, seguramente un cambio de hábitos nos sirva a todos.

Estos son, básicamente, mis «propósitos» para esta segunda mitad del año… estas 3 cosas son las que quiero cambiar YA, y bueno, a ponerme las pilas para ocuparme de cada una de ellas y poder ver algún cambio… ya les contaré!

Y ustedes? Qué sienten que deben cambiar como mamás o en la organización familiar?