Al acercarse las «vacaciones de verano», según el calendario oficial de la SEP (Secretaría de Educación Pública de México), cada vez que salíamos a la calle nos inundaban con volantes (muy propios todos ellos, impresos a full color con fotos de niños sonrientes y pulcros) de cursos y talleres varios….. me prometían -por un promedio de 1500 pesos por nena- el desarrollo, felicidad y diversión de mis pequeñuelas… (órales…)

Atorada con tanta info, y confundida ante la duda: «¿seré una mala madre si no envío a mis pequeñas a algún famoso curso de verano???!!!!» me dirigí con Zyani a nuestra querida biblioteca, donde somos asiduas desde que llegamos a Puebla.

Pegado en la puerta de entrada, me encuentro con un simpático cartel hecho a mano (¡qué linda es la letra a mano!) sobre una cartulina de color, en donde invitaban a los chicos a unirse a un curso de verano llamado: MIS VACACIONES EN LA BIBLIOTECA.

Pregunto a los chicos que estaban en la mesa de entrada, y me informan de las actividades que harían. Les pregunto el costo, y me dicen que es gratis (gratis??!!). Pregunto a partir de qué edad aceptaban a los chicos, y me dicen que a partir de los 5 años (qué pena, Zyani no podrá ir!).
En casa le pregunto a Gaia si quiere ir, y me dice que sí muy entusiasmada.
La semana siguiente acudo con la documentación que me pidieron, y anoto a Gaia. Sinceramente, sin expectativa alguna, sólo la experiencia de convivir con chicos, hacer amigos, era para mí más que suficiente.

….

Qué sorpresa me he llevado!!!!!!!!!!

Una organización impecable.
Actividades interesantísimas, bien dirigidas y variadas: juegos, pelis, títeres, canciones, salidas didácticas, manualidades… manualidades? no, más bien, lo que hicieron fue Arte! Unas cosas preciosas.

Y lo más lindo de todo: GENTE SONRIENTE. RELAJADA. AMABLE. RESPETUOSA.

Gente que desde el primer día que me entregó la lista de materiales, me explicó con una sonrisa y con paciencia qué significaban palabrejas como «albanene», un gran interrogante para una argentina como yo…. ah! es el papel calco…. (¿entonces qué es el «papel calco»?!! ah!!! ¡pero si es el papel carbónico!! =D)

Gente que recibió cada mañana a los chicos con calma, sin gritos, sin apuros…

Gente que los acompañó en todo momento (Gaia me contó de varias situaciones en las que sus maestros actuaron con total empatía)

Gente que se ocupó y se preocupó por hacer un GRAN taller, del que mi hija se lleva grandes experiencias.

Reflexiono sobre lo vivido y sobre el famoso tema de las escuelas, y vuelvo al principio: La diferencia no la hace un mayor presupuesto para la educación, ni escuelas con más infraestructura, ni más materias adicionales.
La diferencia, definitivamente, la hace la CALIDAD HUMANA+GANAS Y CAPACIDAD PARA HACER BIEN LAS COSAS. Esta es la fórmula mágica para derribar sistemas y reconstruir un nuevo modelo educativo.

Adopto este Espacio como apéndice de mi casa. Por ahora no encontré la escuela de mis sueños de la que hablaba en este post, pero he construido un puente que une nuestra casa a «nuestra» querida biblioteca.

.. El Subdirector prof. Jesús Arturo Xiqui haciendo el cierre del curso… y no sólo el cierre. Cada mañana estaba recibiéndonos, escuchándonos, atento a mamás y nenes, a maestros y a cualquier cosa que pudiera surgir.
.. haciendo nuevos amigos…
… y más amigos!!!
.. con su maestra Adriana Lopez Rodriguez. Gracias por tantas ideas lindísimas!!
… los chicos del servicio social, unos divinos!!